martes, 15 de julio de 2008

INCREIBLE

Alguien había vendido la piel del oso antes de cazarlo, o bien alguien se creía que un tipo de 63 años no le podía hacer sombra en la pista. Camilo compró las bolas DUNLOP, ¡Joder qué bolas! Tras el partido he ido corriendo a Carrefour a comprar una docena. Empezó ganando aunque en el primer set yo tuve tres bolas de 6-6. El segundo practicamente se lo regalé bajo la mirada crítica de Rafa-el-jodido-lumbar. Tres veces dio en la red y la bola cayó a su favor. Siempre defendiéndose, tirando bolas altas y todas las marrullerías propias de su juego. Pero mi mente es fuerte. Empezó el tercer set y lo BARRÍ DE LA PISTA. El cuarto fue un paseo ante un jugador más joven que llorreaba sudor por todos los poros de su cuerpo. Corrió más quen el tío de la lista pero no le servía para nada. Luego llegaron a la pista su amigo Curro y Carlos de Sevilla y José. Y le permití ganar un juego. Así terminó el partido. Tecnicamente un empate que no cuenta en nuestro enfrentamiento, pero creo que me ha visto los dientes para la próxima.
Ojo: yo juego lesionado de un tobillo y sin quejarme. Al terminar el encuentro: dos horas justas sin parar (estilo Mariola), yo no había empezado a sudar. ¡Ahí queda eso!

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