TEO Y POCHO ESCALAN DE NUEVO AL PODIUM

Dos horas y media, cuatro set y paliza. Teo y Yo volvemos a demostrar que la edad es un grado, ante los jóvenes Rafa Canto y José del Valle. Ha sido un partidazo y ahí está el resultado. 6-3,6-2,7-6,6-4. Teo ha jugado con ritmo, superagresivo, colocando las bolas con energía al fondo, a los lados, al centro, atacando los segundos saques como sólo él sabe hacerlo. Yo he jugado bien, con mis drives a 200 Km/h y mis revés cortados tipo cuchillo, difíciles de coger, aunque, según José, el peligroso ha sido mi drive que apenas botas. Además he sacado bien ganando más de un saque en blanco.

Rafa Canto ha estado un tanto pasivo y muy mal con el saque. Y José ha fallado más de lo habitual aunque algunos de sus cañonazos han sido épicos. Me ha hecho un ace. Pero le hemos dado bien a cada lado.

El viernes, por fin, jugaremos un individual Rafa Canto y yo. Y ayer, en la playa, en nuestras pistas de Mariola, jugamos apenas un set Eliseo y yo contra Rafa Hermano. Lamentablemente, al comienzo, le tiré un revés supercortado a contrapie, Rafa se revolvió para intentar cazarla pero se cayó estrepitosamente al suelo, haciéndose daño en una mano. Además corrió más allá de sus fuerzas a por las bolas de Eli y mías, endemoniadas y, como llevaba sin jugar muchos meses, por la tarde no podía moverse. Pero sigue siendo un crack. La lluvia nos fastidió el partido.

NO HAY FORMA

Hoy tampoco fue nuestro día. Cinco set, tres horas de pista. La Azules cada jornada se parecen más a Mariolaplaya, por la duración de los partidos. No hemos encontrado la forma de ganarle a esos dos monstruos de devuelve-bolas. Aunque en dos set hemos llegado al teabreak. Eliseo (de quién he recibido una crítica formal por hablar poco de él en estas crónicas), ha estado impresionante; se nota que usa una raqueta como la mía casi. Sus golpes de drive, desde el fonso de la pista, llegan con la velocidad del rayo; su revés cortados, cada día mejores, son un cuchillo cuando golpean el suelo; e incluso sacando ha mejorado un 100% gracias al entrenamiento en Las Azules. Rafa Canto, una vez más, ha sacado infinitas bolas a ras del suelo, ha devuelto las indevolvibles, ha voleado en la red a escala de Stephan Evert e incluso le ha hecho un ace a Teo. Es un Muro.

Mi compi Teo ha hecho todo lo que ha podido. Su revés cada día me asombra más. Lástima que pierda la autoestima de vez en cuando y tienda a ver al enemigo dos metros más alto de lo que en realidad suele ser. Sigue queriendo darle a todas las bolas, incluyendo las mías. Pero bueno, es un fiel compañero que se bate el cobre hasta sus límites. Y yo, como siempre, a ratos muy bueno y a ratos frío y aburrido porque siguen jugándole el 80% de las bolas a mi compi. He ganado algunos saques en blanco y sigo contento con mis dos raquetas nuevas. Hoy he lanzado algún que otro drive a más de 200 km/h.

Me gustaría hablar más de cada uno de ellos, pero ¡joder!, tampoco se lo merecen. Jajaja...

NO SE DEBE JUGAR CON ALGUIEN QUE TRAE MONO

Y van dos partidos perdidos. No se debe jugar con alguien  que trae un mono de un mes sin jugar. Luego pasa ésto: José ha salido a la pista como un búfalo. ¡Vaya forma de restar! ¡Y vaya voleas en la red dándole con todos los cantos de la raqueta y algunos espléndidos, con fuerza y colocación! Además hoy Eli ha estado bordado, infranqueable en el fondo, a castañazo limpio. Claro que la estrategia sigue siendo la misma: jugarle el 80% de las bolas a mi compi que hace todo lo que puede y más. Teo ha jugado bien, con sus golpes clásicos, pero lo destrozan echándole y devolviéndole tantas bolas. Y yo empecé muy fuera de lugar y luego he hecho lo que he podido, teniendo en cuenta que, si alguna vez, me tiraban a mi ya estaba frío, como un espectador desde dentro de la pista.

¡Enhorabuena a José que ha sido el mejor de los cuatro aunque haya tenido que encajar un ace mío, tipo psicólogo! El le ha hecho uno a Teo y Eli otro también a Teo.

Mañana juego a las 9 contra mi rival permanente Rafa Canto. Y el domingo próximo Eliseo y Rafa Canto contra Teo y Yo. Llegaremos a Mariola en plena forma.

BENDITOS SETENTA AÑOS

Nunca había jugado un cuarto set como lo he hecho esta mañana. Una vez perdidos los tres primeros, más por mis propios errores que por otra cosa, y aún confesando que Rafa Canto es ya un especialista en devolver bolas increibles, el cuarto set ha sido para mi una absoluta gozada de buen tenis, superando el cansancio, corriendo como las balas y golpeando con tal fuerza que jamás soñé poder hacer tantos aciertos en un partido. Tarde sin duda, cuando los tres primeros habían sido todo lo contrario. Y no es que no hubiera aciertos en ellos, que los hubo y muy buenos. Pero siempre me pasa lo mismo; tardo mucho en calentar, en ubicarme, en sentir que formo parte de la pista.

Rafa ha jugado a la perfección, en su estilo habitual, pegando cuando es el caso y pasando las bolas ante mis ataques; quizás hoy ha lanzado más bolas hacia arriba que en últimos partidos, pero bueno, es su forma de concebir el juego, a la manera de Nadal.

Lo cierto es que está asombrado de mi forma de correr y llegar a todas, aunque, para ello, haya que atravesar la pista una y seis veces de lado a lado, arriba y abajo. Al final Rafa exclamaba que había sido un magnífico partido, lleno de grandes y continuos golpes. Creo que ambos estamos entrenados para buenas hazañas este verano. Y aún nos quedan  cinco meses de entreno. Mi raqueta es tan buena que me he comprado la pareja. ¿Podría jugar a dos manos?

BICICLETA

No recuerdo un desastre mayor en toda mi vida tenística. Resultado indigno de pasar a La Crónica. El día Negro de Las Azules con la pista en perfectas condiciones. ¿Cómo explicar el por qué? Lo intentaré.

Me pasé la primera media hora sin ver la bola debido al contraste del sol/sombra y al que menos veía era a Antonio Carvajal que salió al ruedo como un miura que hubiese estado enchiquerado cuatro meses. Eso no era un hombre jugando al tenis; era una furia a la que todo le salía bien (las voleas perfectas, los drives fuertes y bien dirigidos, los revés con un efecto cortado demoledor, en la red imposible de pasar) Creo que un control antidoping hubiera sido necesario. Todo esto acompañado por un Eli que le dió con todo, con el marco de arriba, con el marco de abajo, con el marco del lado derecho, con el marco del izquierdo, con el puño y hasta con el canto. Y todos esos golpes quedaban de nuestro lado muertos, tontos, e incogibles. Hasta el tercer set (una hora tan sólo de partido), no vimos un débil rayo de luz gracias a que le hice un ace "del psicólogo" a Antonio. Luego la cosa se normalizó aunque la potencia del enemigo no bajó ni un instante.

Una cura de humildad para esta pareja de bienavenidos. Teo con más fallos que una escopeta vieja y Yo con algunos golpes muy buenos pero escasos para enfrentar al hormigón que teníamos delante.

Menos mal que el domingo que viene Eli formará pareja con José. Ya te cogeré yo solito Antonio.

Mañana Rafa Canto y Yo en la 99 cara de perro, a las 10:00. Otro suplicio para mis carnes gracias a los cuales soy ya más rápido que un gato al que le han pisado la cola.

Teo olvida este Día Negro. Somos los mejores...