Hoy toca ser ecuánimes en la crónica. ¡Hemos Ganado! Pero hemos tenido enfrente una pareja de gran nivel que han dado la batalla, más o menos. Mucho calor como corresponde a la época. Dos horas justas como si hubiéramos cronometrado cada golpe de los tres set.
José ha jugado muy bien, con algún que otro golpe de suerte. Ha restado de forma genial haciendo puntos a una velocidad de vértigo, sobre todo contra Fernando al que ha pasado varias veces con drives paralelos dignos de haberse grabado. Con la volea genial, sin necesidad alguna de mirar la bola; con sólo poner la raqueta y girar algo la muñeca. Y me ha hecho un ace milagroso. De esos que, cuando te das cuenta, la bola la tienes en la espalda.
Eliseo enorme, batallando más allá de su fuerzas. Hoy lo hemos cansado. Fernando lo ha estado machacado de lado a lado; y yo lo he rematado con dejadas y algunos drives supercruzados de resto que todavía los debe estar buscando. Pero muy bien. Su seguridad devolviendo bolas con fuerza es de campeón.
El problema es que delante estábamos nosotros. Mi compi Fernando se había traido hoy el revés puesto. Y ha estado sacando a 220 Km/h, tipo Karlovic. Con la volea maravilloso, dejándolas muertas y estirándose cuando era necesario. Hemos formado un buen equipo porque Yo he estado sacando de tal forma que no he perdido ni un sólo saque en todo el encuentro. Saques colocados a las líneas laterales que dejaban fácil la volea a mi compañero. Además cada vez que el Toro de Eliseo corría hacia la red y le pegaba a mi revés como una bestia, yo le metía un globo justo a la escuadra del fondo que daba risa verle la carita cuando la bola le pasaba por arriba, intocable.
Buen partido, con dos buenos oponentes, pero dejando las cosas claras. Tanto es así que, en el segundo set nos pusimos 5-0 y daba grima verles las caritas de rosco que llevaban en el cruce.
Está claro que cuando tengo un buen compañero (Rafa Hermano o Fernando), el trofeo es nuestro. Fede: sigue dando clases de dobles; incluso nocturnas si puedes.
