A la imagen le sobran las palabras. Somos los tres únicos habitantes de Mariolatenis de este último fin de semana del año. Y os deseamos un 2010 en el que se cumplan al menos cinco de vuestros deseos. ¡Feliz Año Nuevo para todos, incluido el descerebrado de los anónimos!
Este sábado, tras una noche del viernes con truenos, relámpagos, viento (incluido el de ZP), y una lluvia atroz, amaneció -como era de esperar-, una mañana espléndida para jugar sobre las pistas mojadas. ¡Pedazo de partido Rafa-Manuel! Tres set: el primero para Rafa (6-3), el segundo para Manuel (6-3 ¡toma yaaaaa!), y el tercero se lo regalé tras el cabreo que había cogido en el segundo. Camilo es testigo. Pero lo pasamos formidable y no resbalamos ni una sola vez.
El domingo, una mañana maravillosa, frío y sol, cielo despejado. Las cristaleras de Teo, de Juan Carlos, de Monis, de Curro Bellido, de José Manuel Ramos, cerradas a cal y canto. No sabemos lo que el terremoto de la semana anterior habrá tirado por los suelos en esos apartamentos. Cuatro set Rafa-Manuel: 6-3, 6-6 (7-3), 7-5, 6-3 para Rafa-el-chicle, el que no puede correr, el que tiene la muñeca rota, la cervical destrozada, y el lumbago en órbita; el que todo lo devuelve, el que apunta para un lado y tira la bola para cualquier otro. Un campeón. ¡Pero qué partido! Sin parar un instante, sin limpiacristales, sin agua, sin público, y con una bolas nuevas asquerosas que apenas se levantaban del suelo.
Lo dicho: ¡Buen año 2010 para todos! ¡Y a ver si los Reyes o quien puñetas sea compra bolas!
