
Estuvo a punto de fastidar el partido por completo con sus neuras. Menos mal que Jose es psicólogo (trabaja en la Universidad de Huelva y tiene consulta particular en Huelva y Sevilla y ahora se va tres meses a E.E.U.U), y sonreía a su compañero. Imaginamos que por no pegarle con la raqueta en el coco. Llegó un momento en que, dirigiéndose a mí, me dijo, con rabia, que la próxima vez que echáramos un individual me iba a meter 6-0. Una muesta de amistad sin duda, de empatía, de generosidad ante el adversario que hoy le ha dado para ir tirando.
En fin, un fin de semana típico.
¡Y mañana esperemos que gane el otro Rafa! El que se limita a jugar bien, a ser noble con los adversarios, a ser sencillo fuera de las pistas sin presumir de ello y un caballero dentro de ellas!
Camilo mejora y todos nos alegramos.
Nos vemos