domingo, 23 de enero de 2011

¡ESTAMOS LOCOS. HACEMOS LO QUE QUEREMOS!

SABADO:
Viento huracanado, cielo nublado.
Los dos solos en las pistas. Nadie alrededor. Frío. Cuatro set a cara de perros. 6-4. 7-5, 6-3, 7-5
Todos para Rafa aunque tuve una bola de set en el cuarto. Un buen partido.
A las dos horas no nos podíamos mover. Rafa con un agarrotamiento en la pierna derecha y los tendones del tobillo y pie. Yo con los riñones gritando, hecho una alcayata.
Por la tarde, tres horas de billar, andando alrededor de la mesa. Un día magnífico.
DOMINGO:
Los dos solos. Seis grados en la pista.
Me pongo 3-1. Hasta Rafa estaba escandalizado de mi juego. ¡Qué revés, madre!
Empieza a llover. Seguimos jugando hasta el 4-4. Me resbalo dos veces y lo dejamos.
Nadie aparece. De Camilo ni rastro.
El apartamento de Teo cerrado, el de Ramos cerrado, el de Barral cerrado, el de Monis cerrado, el de Manolo Iglesias cerrado..., todos cerrados.
¡Estamos locos! Pero cómo nos reimos...
La cerradura de la pista 2 sigue rota. La cerradura de la entrada a la tercera fase ni se abre, ni se cierra. Y, para colmo. los ascensores de la segunda fase ESTROPEADOS LOS DOS. Los están arreglando al estilo onubense. No puede ser de lunes a viernes, tienen que joder el fin de semana. Y Camilo ni siquiera se molestó en avisarme. ¡Hombre Camilo, eso no se hace! Para May es una tortura subir los cuatro pisos. Y la Presidenta ni está, ni se la espera. Como la pintura de las pistas de tenis. ¡Ay, ay, ay! ¡Joder, qué frío!