Algunos creen que para nosotros Mariola sólo es tenis. Pero lejos de la política barata comunera, lejos de las miradas esquivas, la falta de educación al no contestar a un saludo, los insultos por la espalda, hay una Mariola llena de encanto, de rincones hermosos y de Paz.
Me gustaría que el Tonto de los Papeles, El Vigía de la Torre y el Ahorrador dejaran su obsesión ridícula por mi persona y se dedicaran a disfrutar de lo que la naturaleza y su cuota de la Comunidad les brinda. ¡Qué pena, no me harán caso!