Se me olvidó la semana pasada hacer referencia a los 25 litros de sangría con los que se regaron espléndidamente los granos de arroz de la paella, las ensaladas, los quesos y demás viandas. Lo que no recuerdo es quién trajo la sangría. ¡Qué sangría! ¡Ah sí, ahora me acuerdo: la sangría la trajo Mary Carmen, la mujer de Camilo!
Este fin de semana, el sábado, Camilo y Salado les ganaron a José Manuel Ramos y a su amigo Antonio un buen set. 6-3. Camilo jugó como siempre lo ha hecho: con lógica aplastante en la red. Luego Rafa y Manuel perdieron dos set contra Ramos y Antonio 6/4, 6/3. Pura hospitalidad ante un nuevo amigo que no le pega mal. Luego ese mismo Antonio junto con nuestro Antonio-pone-bolas perdieron otro set contra Rafa y Manuel. 6/3. Y finalmente Antonio le ganó a Manuel un set individual por 6/3. Pero es que Manuel llevaba ya casi tres horas en pista e hizo lo que pudo.
Por el aparcamiento se dejó notar la cobardía de un vecino bien determinado. Los dioses se lo tengan en cuenta.
Y el Domingo, se jugó un doble a cara de perro. José Manuel Ramos y Paco Barral contra la inefable pareja de Rafa y Manuel. Resultado lógico: 6/4 para ellos (en el primero) y luego 4/6 y un 3/6 para Manuel y Rafa con un magnífico tercer set donde, quién ellos saben, hizo prodigios con su raqueta, con su drive, se revés y su volea. Ganaron los que tenían que ganar. O sea NOSOTROS.
¡¡¡¡¡Yyyjjaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!
En la primera foto, está el nieto de Camilo, condenado de por vida a ser del Recre. Creo que está en brazos del jugador que sobrelleva la j de Cajasol. Hugo para ser exactos. Yo preferiría que fuera del Real Madrid y lo tuviera en brazos Xabi Alonso.
