¡Vaya fin de semana!
El sábado partido de dobles con muchas perspectivas: Teo y Rafa contra José Manuel Ramos y yo mismo (tres semanas sin acariciar mis raquetas por diversas causas)
Calentamiento:
Les empato 1-1 a Rafa y Teo. Me sentía como un toro. Llega Ramos...
Primer set: emocionante. Ramos se pone en la red y consigue algunas voleas bajas de máxima calidad, aunque falla varios globos confiado en su metro noventa; yo corro detrás cubriendo todas las bolas. Mi preparación con la bicicleta de la última semana se notaba un montón. Resultado 9-7 para ellos contando con los trucos de Rafa. Teo juega bien en la. red aunque a veces mejor haría en quitarse de en medio frente a mis drives a 210 Km/h.
Segundo set: Baja un poco el nivel. Camilo nos critica desde las gradas (así cualquiera)
Resultado 5-4 para ellos y 0-30 para nosotros en el último punto. Saca Rafa al centro con bastante fuerza (un saque a 223,54 Km/hora más o menos; hay que exigir un contador de red a la Comunidad precio estudio de los papeleros), voy por ella, la toco y, de repente, el gemelo de mi pierna derecha me llama la atención. ¡La hemos jodido! Diez años seguidos sin sufrir una sola lesión. Hago que el juego continúe y perdemos 6-4.
Buen partido.
Quedamos para el día siguiente. A la media hora yo andaba ya cojo por las dunas de la escasa playa que nos queda. Por la tarde acudo a jugar al billar de costumbre en Casa Rafa. Sigo cojeando. Nos encontramos a Andrés feliz y con una buena sonrisa de oreja a oreja. Da gusto verlo. ¡Y conduciendo un automático que acaba de comprarse! Con un par de...
Domingo: a las ocho y cuarto de la madrugada les pongo un SMS a los tres comunicando que prefiero dejar mi pierna en reposo al menos una semana. Me asomo a las pistas a las diez de la mañana. Juegan Rafa y José Manuel un individual malísimo. Me obligan a bajar para abrirles la pista 1 ya que han pasado una bola (joder qué mantas) Bajo, les abro, los veo jugar un rato y me voy al apartamento porque ya estaba Murray y Federer en la final de Shangai y el duelo era más emocionante que lo que ocurría en Mariola. Terminaron 6-3, 3-6; el primero para Ramos, el segundo para Rafa. Penosos desde fuera.
Y poco más tarde nos enteramos que Teo no había bajado a jugar porque el día antes, con la euforia de haber ganado por fin un partido de dobles (lo único que puede ganar ya,a estas alturas), se había caído en la ducha y traumatizado alguna parte del cuerpo. Esperemos que no sea la cabeza que esa sí que le funciona a la perfección. Lo demás importa menos. ¡Que no sea nada chaval! Y no vale utilizar el porrazo para próximos partidos.
