domingo, 8 de mayo de 2011

FUERTE ENTRENAMIENTO

Los del tiempo no dan una. El sábado no cayó ni una gota e hizo una mañana espléndida. Jugamos TRES HORAS Rafa (el que apunta para un sitio y deja la bola en el otro), Paco Barral que, como sigamos entrenándolo, acabará ganándonos a todos (ya hace hasta dejadas) y un Sevidor que ya doy los drives a 220 Km/hora (más o menos). Rafa se marchó pronto y Paco y yo jugamos dos set. 6-3 para él y 6-3 para mí. Sin piedad. Magnífico.
Las bolas las puso Barral y mejor que no lo hubiera hecho. Auténticas piedras, compradas sabe Dios dónde. Marca Babolat Gold, ojo al dato. Te dejan sin brazo y sin hombro.
El domingo volvimos a jugar los tres y Rafa nos enseñó mil formas nuevas de quejarse. Empezó con lo clásico: una bola que le di fuera, él la vio dentro. A la segunda, se volvió una fiera corrupia. ¡Qué raro! De todas formas nos ganó, siguiendo esa nueva norma de Nadal que dice: "los buenos buenísimos aun en malas condiciones ganan siempre". El resto de la mañana divertido como siempre.
Nos acompañó por sorpresa, Andrés Olaegui, tan cachondo y buen amigo como siempre, aunque de vista de halcón no va bien. Se le notó demasiado su inclinación por Rafa. ¡Qué le vamos a hacer! Contra gustos...
La mañana del domingo fue aún mejor que la del sábado.
Nos enteramos que José Manuel Ramos estaba en Mariola porque tenía allí el coche y las persianas subidas. Verlo, no lo vimos, pero -según la mujer-, estaba malito en cama con la garganta hecha polvo. ¡Tanto flamenquito en la Feria se paga! De todas formas,la próxima vez te asomas y saludas como el Rey, con la manita.
Se ha casado la hija de Teo, María. ¡Enhorabuena a los padres! Lo que viene ahora es cuesta abajo.