Técnica, coraje y corazón. Ese es Rafa Nadal. Los demás son sólo máquinas entrenadas (más o menos elegantes) de golpear la bola. Eso sí: nos hace sufrir hasta el límite en casi todos los partidos. ¡Enhorabuena al Campeón más que les pese a los franceses!
Este fin de semana, con un tiempo espléndido y muchas bajas en nuestro club de tenis, hemos jugado Rafa, Teo y yo mismo el sábado y el domingo. La pista estupenda aunque habría que ponerle a las líneas un avisador acústico ya que Rafa ha empezado de nuevo a protestar alguna que otra bola.
Los dos días hemos jugado a trío. Rafa magnífico, llegando a unas bolas imposibles. Tendrá que recomendarnos las pastillas que toma porque no es humana su forma de alcanzar bolas que están en el suelo,a diez metros de distancia de sus zapatillas.
Teo y yo dentro de lo normal, con esfuerzo y muchas dosis de entusiasmo.
Repito: las bolas siguen amarillas tras dos días de juego intenso.
Al final, Teo me retó a un set cuando ambos estábamos para el arrastre. Podría decir muchas cosas de los diez juegos que mantuvimos, pero lo caballeroso es aceptar el resultado, sin comentarios. Me ganó 6-4 con algunos golpes magistrales. Espero que le sirva de aliciente para el resto del verano. Chapeau amigo. Dentro de un mes cumplo los 66 y te será más difícil.
Ir haciéndoos la idea de que hay que pintar la otra pista. Y os quiero a todos ayudando.
Os avisaré.
