Con
un frío polar a las 9:00 de esta mañana, cuatro desesperados del tenis
pisaron las pistas Azules y desenfundaron las raquetas. Ha merecido la
pena. Dos horas y media de buen tenis con mucho intercambio y golpes
dignos del actual Open de Australia. Naturalmente hemos ganado los
mejores en dos apretados teabreak. José con sus cañonazos de derecha nos
ha tumbado a placer en un montón de ocasiones. Aunque conocemos sus
puntos débiles cada día los oculta mejor. Eliseo ha estado cambiando de
raqueta, quejándose el fino cordaje de una de ellas, pero tan agresivo
como de costumbre. De todas formas tiene problemas en el hombro y José
tuvo que improvisar una consulta de trauma pese que él oficia de
internista.
Antonio
Carvajal, mi compi de dobles para ganar el 27 Open de Tenis MariolaSol
de este próximo verano, quizás ha estado un poco más fallón de lo que
acostumbra. Tengo que conseguir que no se coma tanto el coco hablando y
le pegue siempre a la bola como él sabe. Con la volea ha estado regular.
Pero siempre es un seguro de vida en la red. Yo he jugado bien, con un
buen sentido de dónde hay que colocar las bolas para hacer pupa, un
drive muy seguro y potente, un revés de infarto con algún que otro
fallo, restando bien y sacando de forma correcta. Repito: partido duro
con mucho intercanbio que hemos ganado en el teabrek final gracias a una
volea mía de espaldas, tipo Federer o Nadal, y un último revés cortado
justo al lugar donde no había nadie ni se les esperaba.
Por
último, decir que te perdono Eli por la salida de pata de banco que has
tenido conmigo en el tercer set, de escasa empatía. Claro que como
acabas de llegar de votar a Trump en EE UU, se te ha pegado un poco ese
populismo barato que no es digno de nuestra larga amistad.
No te preocupes el próximo día te ganaremos también.