
Esta semana, el sábado, un tiempo ventoso pero bueno, se jugó un trío sin mayor incidencia. Pero este domingo, de nuevo, Rafa y Manuel se cruzaron en la pista durante dos horas sin descanso. Impresionante. 6-3 el primero para Rafa, 7-6 en la muerte súbita para Rafa -pura suerte-, y 3-6 para Manuel en un tercer set duro, durísimo en el que Rafa fue capaz de respetar las marcas de las líneas cantadas como un caballero. Manuel siempre le ha dicho a Rafael que si él le jugara tan solo a menter la bola, Rafa jamás le ganaria. Y así fue. Han quedado en hacer los dos lo mismo la semana próxima. Las entradas se venden en los bajos a 25 euros las de banco.
Lo cierto es que hizo un tiempo magnífico. Decenas de parejas en bañador en la playa y un sol rabioso mientras Nadal le daba al serbio para ir pasando. ¡España, España..!
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