Camilo me manda esta maravillosa foto de su nieta en los viejos merenderos. Y me dice:
Gracias a los que hicieron posible el derribo de las barbacoas, no podremos ver más esta bonita imagen.
Como homenaje a los buenos ratos que compartimos bajo su sombra, creo que debemos recogerla en el blog la proxima semana.
También servirá, para que algunas mentes, se regocijen y posteriormente su conciencia no les permita dormir por la maldad que utilizaron para engañar a la comunidad.
Es inútil Camilo. La maldad suele ser consecuencia de una profunda incultura unida a una soberbia traumática. Los "malos" nunca buscan la hermandad, la armonía, el bienestar de la mayoría. Obedecen tan solo a sus instintos que recubren de una extraña honorabilidad en la que sólo creen los necios. Y necios haylos a montones. En el pecado llevan la penitencia. Vernos felices les oprimen la única neurona que les queda. Como ejemplo que le pregunten a mi mujer o a Juan Carlos por sus incidentes de este fin de semana.
Esta mañana Eliseo y yo hemos perdidos ante el ímpetu, el empuje, la destreza, la fiereza y la super técnica de Teo y Rafa: 6-2, 0-6, 4-6, 4-6. ¡Que poco cuesta hacer felices a los que uno quiere! Fin del verano.
