domingo, 17 de abril de 2011

BUEN COMIENZO DE SEMANA SANTA

Para los que entienden con pocas palabras, diré que el último set jugado este fin de semana terminó con mi famosos grito apache de victoria, retumbando por todo El Portil. Creo que con eso basta como resumen, de momento.
LA CRÓNICA:
El sábado se jugó un partido de dobles entre Rafa (el Magnífico) y Teo (El Pasabolas con gesto de coraje) contra José María Prados (el Psicólogo) y Manuel (el Línea) Nos ganaron por 6-3, 6-0, 6-1. Rafa jugó maravillosamente animado por su compañero (pareja de hecho apalabrada) Teo desarrolló su estrategia (o sea poner la bola donde Dios quiera y cuando Dios quiera) A mi compañero, que llevaba muchos meses sin pisar nuestras pistas, se le notó demasiado que acostumbra a jugar en Navacerrada con gentes de cuarto nivel. Es de los "voy por todas, salto por todas, las fallo todas..." Y yo hice lo que pude; o sea poco. Luego Rafa le dejó el puesto a Antonio (el Rompe raquetas) que es mi compañero legalizado. Y les ganamos al Psicólogo y a Teo por un amplio 6-1 (más o menos) En total tres horas de pista.
Esa misma tarde, en la timba de Rafa, él y yo les dimos una buena paliza al billar a nuestros eternos competidores Juan el Viejo y Pepe el cinco estrellas (de lata) En una buena partida a 200 carambolas les sacamos unas treinta. Luego jugamos al plato. Ganó Rafa, segundo quedé yo y a muchísima distancia (o sea con cero carambolas), los otros dos mindundis. Resultado lógico que diría el de Machu Pichu.
El Domingo Rafa (el Valiente) se puso de compañero a José María Prados (el que por mucho que corra el resultado es el mismo) contra Teo (el estratega) y un servidor (el Ego con botas) Nos ganaron dos set (el segundo por un reñido 7-5) y acabamos triunfando nosotros con grito incluido. La Ley de Mariola (artículo 7º, párrafo 4º, renglón 2º) dice muy claro que quien gana el último set, gana la competición, el trofeo y los aplausos. Además tanto Teo como yo nos lo merecimos, aunque sólo fuera por aguantarlos dos horas y media al otro lado de la red.
Las bolas las puso Teo. Que quede constancia por escrito ya que no creo que este hecho se repita; al menos mientras dure la crisis mundial...
Todo fue aderezado con limpiacristales.
Camilo (responsable de que el Jardinero Infiel limpie las pistas para pintarlas), dio cuenta de sus gestiones. ¡Qué penita da verlo en las pistas vestido de eterno currante!
La semana se ha paralizado hasta la mañana del miércoles, a las nueve en punto. Luego no habrá quien nos pare hasta el domingo. Mauricio ya ha anunciado su presencia y eso significa calidad de juego aunque haya que escucharle cien veces aquello de "no oigo bien las bolas. Es que como estoy operado del oído izquierdo..." Pero claro es el único de todos nosotros que juega de oído. Los demás somos de Club.
Ahí queda eso.
Nos vemos.