domingo, 20 de mayo de 2012

CAMILO SIN FISURAS

Buen fin de semana con cielo nublado. Uno de los cuatro jugadores está camuflado. ¡Parece Javier!!! Pero no lo es. Es alguien más cercano, muy cercano, tan cercano que todos sus múltiples dolores nos afectan semana a semana. Su nombre empieza con "R" y parece ser que "antes" corría mucho, mucho, mucho...
Este sábado, a primera hora, sólo jugamos Camilo, R (el camuflado) y yo. Tres americanos que perdimos por turno todos, cuando nos tocó jugar solos. Luego, a la hora de los señoritos, se incorporó Antonio, descansado, relajado, sin el menor síntoma de stress. Perdimos él y yo 6-2, 6-4. Camilo en la red está mejor que nunca, se nota que se ha tirado dos años soñando con bajar a las pistas y su cerebro ha codificado las infinitas combinaciones posibles de volea. Le tiramos con fuerza a la barriga, a los dientes, a las gafas, a los hue... Pero nada que hacer, tiene más reflejo con un espejo contra el sol o que un charco en medio del desierto. Y como es el único español que aún trabaja, el domingo no pudo bajar tras un sábado noche en la fábrica.
El domingo sólo estuvimos Antonio, R y yo. Jugamos primero un set Ra.. y yo. Quedamos 6-2+1 a favor suyo. La puntuación, aunque no lo parezca, tiene una explicación lógica. Íbamos 6-2 cuando Antonio hizo acto de presencia desde el exterior. Y dijimos: "vamos a seguir hasta que llegue a las pistas". Jugamos un juego y gané yo. O sea redamos 6-3 o lo que es lo mismo 6-2+1.
Luego jugamos R y yo contra Antonio-pone-bolas. Le ganamos el primer set y perdimos el segundo. En resumen un fin de semana magnífico con algún jugador camuflado más allá de los cristales de su salón y Manolo Iglesias que vino a saludarnos, tan afable como siempre.
En Mariola había alguna que otra voz de la llamada "conciencia colectiva". Lógico ya en esta época del año.