domingo, 13 de mayo de 2012

EL REGRESO VICTORIOSO DE CAMILO


Todo un acontecimiento. A las nueve de la mañana Camilo, tras dos años de lesión, se presentó en las pistas, tan chulo como siempre, raqueta en ristre. Allí nos juntamos con él, Mauricio, Rafa y yo. El reparto era evidente: los dos mejores contra los dos peores. ¡Que las Musas adivinen cuál era cada cual! Día perfecto. Calor de verano ni una gota de viento. Bolas nuevas a medias entre Rafa y yo (como siempre) Camilo se puso en la red como si el tiempo no hubiera pasado y Rafa le cubrió la espalda aunque es difícil saber dónde tiene la espalda Camilo la mayoría de las veces.
Nos ganaron el primer set 6-1. Bueno, todos estábamos desentrenados -menos Camilo. Nos ganaron el segundo set 6-0. ¡La leche! Ni Teo podría creer algo semejante. Mauricio falló quinientas doce voleas, hizo trescientas cuarenta dobles faltas y no le entró ninguna de sus famosas cañas. 
Empezó el tercer set. Nos pusimos 5-5 y lo perdimos 7-5. Rafa llegó a alguna de mis condenadas bolas como sólo un supergamo podría hacerlo. Dopao, dopao, dopao.
Al terminar Camilo dijo que le dolían hasta las muelas y no bajaría el domingo. Además vino su hijo Santi y le obligó a sacar el barco. Otra paliza...
El Domingo, Camilo estaba en la pista a las nueve menos cinco. Para sustituirlo habíamos llamado a Eduardo, el médico de Miguel Ángel Sol, la pareja competitiva de mi yerno José. Así que éramos cinco. Pero Eduardo, ante tamaña aglomeración, se fue a comprar el pan y los churros, dejándonos que jugáramos la revancha a un único set. Fue duro. Los cuatro pusimos más de lo que teníamos, pero Camilo está intratable en la red. Como siempre; las caza al vuelo, se multiplica, se subdivide, se empalma (en el buen sentido) y conecta una voleas a su estilo donde vale la caña, el borde, el reverso, el mango y hasta el anillo de bodas. Acabamos 7-5 para ellos. Mauricio falló quinientas doce voleas, hizo trescientas cuarenta dobles faltas y no le entró ninguna de sus famosas cañas. Yo al menos gané todos mis saques.
Así nos abandonó Camilo con esa medio sonrisa de vencedor nato que irrita la piel del contrario.
Luego jugamos con Eduardo que, tras ver las hazañas de Camilo, intentó imitarlo y a poco lo consigue. Esta vez ganamos nosotros 7-5 y Mauri estuvo bordao. Yo también, claro...Que para eso hago el blog de forma ecuánime...
Al final vino a vernos José Manuel Monis para decirnos que la ATP de Mariola (debe ser la famosa  Comisión) le ha bajado un nivel. Otra buena noticia.