A las nueve en la pista pese al trancazo de resfriado que me he traído de Granada y los efectos de un Frenadol entre pecho y espalda. Juan ha jugado y se ha defendido muy bien. Me asombra como ésta juventud llega a mis endemoniadas bolas a las esquinas y las devuelven. Un primer set que avanzó hasta el 4-4 para acabar ganándolo él con autoridad y muy buenos saques.
Pero como siempre me pasa, al empezar el segundo dije: "ahora vamos a jugar al tenis" y le metí un 6-1. Mi drive a 200 por hora es incuestionable. Y su segundo saque se lo pone fácil al contrario. En el tercero me puse 5-1. Arrollador. Pero ya el esfuerzo me pasaba factura. Y él no estaba dispuesto a otro 6-1. Fue a por bolas que pocos serían capaces de abordar y continuó sacando bien. Tuve que esforzarme de nuevo y conseguí ese 6-3 definitivo.
Estoy contento porque sigo jugando bien los individuales y además hoy he sacado de nuevo con ganas, mucho efecto y sutil colocación. ¡Viva la madre que parió a las Babolat Pro Lite y a las bolas Dunlop Fort!
El domingo de 8:30 a 10:30 un buen doble entre Eliseo y José contra Juan y yo. Teo se ha rajado camino de Mariola donde lo espera Rafa Hermano y Mauri. Será también algo digno de verse y cronicarse.
