Desde el lunes 19 al lunes 26, Rafa y yo hemos echado un buen número de partidos, a tres e incluso cuatro set diarios. Una semana sin más jugadores que nosotros dos, pegándole a la raqueta cuanto hemos podido. Creo hemos subido de nivel al menos tres puntos. ¡Qué forma de jugar! Hasta Camilo escapaba asustado de los golpes que ha ido viendo.
Da gusto estar en Mariola cuando la calma se pasea por los bajos, y en la playa estamos los justos para que leer un buen libro y escuchar un buen concierto sea un placer.
Se acerca el verano...
