Hoy en Las Azules estrenábamos nuevo jugador: Francisco Javier López, médico de urgencias del Hospital de Osuna, cuaremta y tantos años, jugador de tenis desde los seis años que practica habitualmente en la Federación de Tenis Sevilla Este. Un figura que José, compañero suyo del Hospital, se ha traído para aumentar la plantilla del Grupo y para darnos una soberana paliza por culpa, como siempre, de mi Gato de Escayola favorito. Mi Teo de mi alma que no se mueve ni para atrás, ni para los lados, sólo hacia adelante con su raqueta nueva, una Babolat Aero, color lagarto de carretera, la misma que ha dejado a Rafa Nadal sin muñeca esta año.
Total, Javi juega bastante bien, saca de aprobado alto, tiene un revés cortado de notable, así como un drive aceptable. Lo suficiente para acompañar a José del Valle que ha pegado ciento y pico de drives a más de 160 Km/h.
Teo ha estado peleón en un sólo juego que al ganarlo me dijo: ¡por coraje! Y yo, tonto de mi, pensé: "a ver si sigue con el coraje y ganamos", pero nada.
Fede: lo más destacable (lo refiero porque sé que te gusta que lo haga), dos revés cortados míos a Javier que a poco lo dejo sin cintura y un ace a la cruz del centro a José que todavía está buscando la bola. Y por supuesto reseñar el puñetero calor sevillano al que, por mi parte, le quedan tres telediarios.
Ayer, en Mariola, un partido memorable de tres horas contra Rafa Canto, la liebre con botas. El Gran Fede destacó por su ausencia; el miedo le puede a veces. Y Camilo que jugó tres juegos y ganó, memorable y entrañable como siempre.
