De nuevo estábamos los justos en las pistas de Mariola: Rafa y yo. Todas las terrazas cerradas menos la de Camilo. Dos días magníficos para jugar con la temperatura justa, el ruido perfecto y sin moscones a la vista clamando por unas normas analfabetas que nadie les ha pedido.
El resultado: cuatro set el sábado donde llegamos al 6-6 en uno de los sets; y cuatro set el domingo donde mi mejor resultado fue un 6-4 y un ace al centro que dejó bizcos los ojos de Rafa.
Él, como siempre, magnífico con la velocidad del rayo.
Este ha sido su comentario literal del encuentro: Estuviste fenomenal, yo estoy molido. Me forcé demasiado en los tres primeros set y tengo cansancio muscular; me duele todo el cuerpo. Si a ti no te duele, es que eres de hierro y pese a tu biorritmo has jugado muy bien como hace tiempo que no lo hacías.
Empieza febrero. Que los dioses os guíen.
Nos han llegado noticias de que Teo está mal físicamente. No que esté enfermo; sino que la edad empieza a pesarle. ¡Ánimo chaval, que aún puedes ganarle a un par de vecinos!
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