domingo, 23 de mayo de 2010

NECESITAMOS URGENTE UN OJO DE HALCÓN

la cosa fue como sigue, en honor a la VERDAD.
JOSE MANUEL RAMOS: Ganó el sábado, perdió el domingo
PACO BARRAL: Perdió el domingo (o tal vez no)
MANOLO SALADO: Ganó el sábado, perdió el domingo (o tal vez no)
TEO MONTEMAYOR: Ganó el domingo (o tal vez no)
RAFA: Perdió el sábado, ganó el domingo (o tal vez no)
CAMILO: Perdió el sábado
Hasta ahí la realidad.
Ahora viene la interpretación de los hechos: el sábado, todos contentos por el regreso de Camilo a las pistas, tuvimos además la dicha de ganarle a él junto con Rafa -que no sabía dónde tenía la raqueta, la cabeza, la muñeca, las rodillas y alguna que otra cosa-, por un tanteo bien holgado. Ganamos José Manuel Ramos (el niño de las paellas) y yo, como era lógico.
El domingo: a las nueve menos cuarto, y sabe Dios desde cuando, Teo ya estaba en las pistas, el primero de la fila. Bajé yo, vino José Manuel, y apareció al trote corto Rafa. De forma que cuando, a las nueve menos cinco, Paco Barral se asomó a su terraza para ver el panorama, la cuadrilla estaba completa. ¡Es que hay quién no se entera del nuevo horario de entrada para picar! Ojo, empezamos a jugar a las nueve en punto, como mandan las Ordenanzas Locales. Rafa y Teo nos ganaron a Ramos y a mí por un apretado 6-3, 6-4. Lo de apretado lo digo porque nos sustrayeron unas cuantas bolas, inocentemente. Y además mi compañero falló algo así como 2000 voleas en la red. Yo, palabrita del niño Jesús, corrí más que el caballo de las calesitas. Pero, como sentencia Rafa, jugué mejor que nunca y perdí como siempre. Lo cual no es cierto ya que el sábado había ganado.
Luego Ramos fue reemplazado (desde el banquillo), por Paco Barral y aqui empezó el lío.
Nos ganaron el primer set 6-1 porque Paco venía frío a pesar de los 30º que estaban cayendo. Pero en el segundo set, cuando íbamos ganando 3-2 nos mangaron, por la cara, un juego completo. Dijeron que iban 2-2 lo cual era totalmente erróneo como demostró más tarde mi compañero, en un alarde matemático de la cuenta de la vieja. Por tanto, aunque terminamos 6-4 para ellos, la ATP de Mariola se reunió de inmediato y dictaminó que el partido era NULO. Eso aparte de cantarle a Manuel una bola "fuera" cuando hasta los gorriones que volaban por allí, en ese momento, la vieron claramente en la línea.
Lo dicho, necesitamos no que arreglen los ascensores que llevan tres meses estropeados, no que arreglen los pilares resquebrajados de los bajos, no que vean por qué la tercera fase se está hundiendo sin que los Juntadirectivos hagan nada (bueno, hablar sí hablan); no, lo que necesitamos urgentemente es un OJO DE HALCÓN y si puede ser de Águila Carroñera mejor, que mejor.
¡No sé a dónde vamos a parar!