¡He creado un monstruoso tenista! Pocas veces he visto una evolución tan rápida. Rafael Canto nada tiene que ver, jugando al tenis, con el Rafael de este verano. Aquel jugador que lanzaba las bolas en forma de globo para defenderse siempre, aquel jugador que sacaba metiendo el hombro, ese ha desaparecido. Ahora tenemos a un tenista que le pega muy duro tanto al drive como al revés a dos manos, que llega a las bolas más difíciles y las devuelve con energía, y que ya saca aceptablemente. Un rival en toda regla.
Hoy me ha tenido contra las cuerdas los tres set. El primero me lo ganó antes de que me diera cuenta. Esta 3-1 cuando tuve que ponerme las pilas, pero ya era un poco tarde y lo ganó 6-4. En el segundo nos pusimos 4-4 y tuve que sacar la artillería pesada y las mañas de un Fede cualquiera. Y en el tercero nos pusimos 5-5 y, ahogado, tuve que remar contra corriente hasta ganárselo.
Los dos hemos quedado satisfecho de estas dos horas de tenis. Yo he estado fallón con el revés, pero he conseguido pegar algunos drives de impresión, sobre todo por la velocidad que he podido imprimirle a la bola. Como siempre he hecho algunas dejadas de asfixia mortal. Pero siempre contra las cuerdas. Creo que le he enseñado ya que hay que atacar siempre, incluso cuando uno se defiende, mejor hacerlo en plan ataque.
Deseando estoy que llegue otro cara de perro. De momento tengo partido el viernes contra Juan Martín, el domingo contra José del Valle y el próximo lunes un doble a muerte; ellos saben bien quiénes son..., ¿verdad Edu?
