Hoy no hago la crónica porque me da la risa. ¡Un rosco en el primer set! Nos hemos reido tanto que les hemos dejado ganar los tres set siguientes. Y además han demostrado que saben de tenis lo que mi abuela de física cuántica. Y por cierto me han quitado tres tiros de infarto a la línea que hasta el ojo de halcón hubiera dudado. Nos falta uno para el jueves.