El partido del que más orgulloso me siento desde comenzó el invierno. Dos horas para dos set y poco más en pista dura. Tenis quick. Eso significa la dureza del mismo y la de intercambios que hemos hecho los dos jugándonos el tipo en cada golpe. Y doy fe de que los ha habido de gran nivel y fuerza. Ganarle un punto a Rafa es muy complicado ya que corre demasiado, es pura fibra, llega a las bolas más difíciles y las vuelve a meter fuerte y al fondo. Hoy he tenido que abusar de las dejadas que me han salido con un 90% de eficacia y aunque Rafa ha llegado a casi todas le faltaba resuello para colocar la bola donde yo no pudiese rematar el punto.
Los dos hemos jugado como mejor sabemos y podemos. E imagino que hemos terminado reventados. Yo al menos he necesitado una buena ducha y muchos cariñitos de May para recuperarme. Bueno, no tanto. Ya estoy deseando que llegue el viernes para enfrentarme a él de nuevo.
