domingo, 3 de junio de 2012

PINCHAZO DE CAMILO


Todos los Santos tienen Octava y lo que no se puede hacer es mezclar las Churras con las Meninas. El sábado nos encontramos en la Pista nº2, a las nueve en punto (más o menos), a Eliseo, Rafa, Camilo y yo. Eliseo (por eliminación) formó pareja con Rafa. Tal vez fue un buen partido... Nos metieron un 6-3, 6-1. Pero el tanteo necesita una breve explicación. Camilo había estado pescando hasta las 4:30 de la madrugada consiguiendo 4 kilos de pescado. Y por si le faltaba poco, llevaba sobre la frente la amenaza de su esposa de irse de inmediato a Huelva, para llevarla a la peluquería ya que, por la tarde, tenían una boda. Como ustedes podrán comprender, Camilo miraba más para su terraza que para la bola. Consecuencia: no dio una. De once voleas, diez las falló estrepitosamente. Lo cual, como bien conocéis, es un record en la red que jamás había batido. Y es que todo en esta vida tiene una explicación lógica...Bueno, casi todo.
Tras ese partido y tras la fuga de Camilo al grito de Mary Carmen de "¡Ya te quiero aquí Camilo!", jugamos un americano Rafa y yo contra Eliseo. Lo hicimos para que sudara un poco... Pero nos lo cargamos con un 7-5. Al terminar el set le dolían hasta las muelas. Ya sabéis: bola a un lado, bola al otro, contrapié, dejada, mazazo a 200 Km/hora, etc., etc. El pobre aguantó sólo ese set y terminó en cuclillas con las ingles cubiertas de agujetas.
Pero prometió volver al día siguiente para la revancha del partido con Camilo...
El Domingo, como pronosticaba su amigo Manuel, o sea yo, no se presentó. Por teléfono nos comunicó que no podía moverse desde la tarde anterior. ¡A quien se le ocurre retar a dos ma.... como Rafa y yo al otro lado de la red!
Así que jugamos unos americanos entre Rafa, Camilo (que se había acostado a las 3:30) y yo. Yo fui el único que ganó 2 juegos en solitario. Rafa ganó uno real y otro virtual del que sólo se acordaba él... Y Camilo ganó uno sólo. Tras el cual se retiró voluntariamente. Y cuando Rafa y yo batallábamos con denuedo..., llegó May para decirnos que el termo (y van cuatro), se había despedido sin honores en nuestro apartamento y el agua salía con la jocosidad de los electrodomésticos que siempre se estropean en día de fiesta.
Un fin de semana completo. Naturalmente echamos de menos a Teo y algún que otro mártir. ¿Hay algún otro sitio en el mundo donde se esté mejor que en Mariola? Yo lo dudo.