miércoles, 26 de diciembre de 2012

Cada día más cuesta arriba


Esta mañana entre José y su Ángel de la Guarda me han apretado bien las clavijas. Dos set en hora y media. O sea que hemos luchado cada punto con largos intercambios de bolas a cual más fuerte. Al final se impuso la veteranía por escaso margen: tres juegos de diferencia. Recuerdo algún que otro golpe alucinante, una vez pasada su bola, estirar el brazo y conseguir un bote pronto inaudito por mi parte. Y, por la suya, recuerdo cómo, ante dos drives ganadores míos, con toda la pista a mi favor, José consiguió alcanzar la bola y volearla perfectamente a una de mis esquinas. Además el chaval me ha metido algunos revés y drives paralelos de esos que te dejan con la boca abierta y los pies en el aire. Ha habido, por ambas partes, jugadas de esquina a esquina rematando al tercer golpe, al lado contrario, sin dejar la menor posibilidad de alcanzar la pelota.
Como siempre, me ha ganado en los aces: 2-1 aunque el segundo suyo tiene un "ejem-ejem-ejem" incorporado.
Una preciosa mañana en las Pistas Azules, esas que ya empiezan a odiar algunos del RCTH, que sueñan con nuestra imagen de Blue Demons cabalgando sobre sus costillas.