martes, 19 de noviembre de 2013

DURO ENTRENAMIENTO


Ya no es una sorpresa que José cada día le pega mejor a la bola. Esta mañana, con la quietud de un martes, la serenidad del paisaje, y el silencio de las campanas, hemos echado un magnífico partido.  Menos mal que alguien inventó los individuales. El resultado no expresa la intensidad del encuentro. José me ha machacado el revés con su drive hasta decir basta. Luchó bien los dos primeros set y si los gané fue por sus fallos más que por mis aciertos. En el tercero llegamos al 5-5 con uno de los juegos, sacando yo, que duró casi media hora, de iguales, ventaja mía, ventaja suya... Luego se despistó y pude ganarle el set de milagro. El cuarto set fue mi rúbrica de mis últimos partidos de individuales. Lo mismo que contra Juan Martín, a José le cayó el rosco. No sé por qué esta juventud se agota tan pronto. Debe ser porque ellos están toda la semana in laboro, mientras yo me dedico a la contemplación celeste, incluidos mis diarios ejercicios con pesas.
En fin el domingo partido de dobles. Esta vez Teo y yo debemos enfrentarnos a José e Ignacio. Madurez contra juventud. ¿Quién apuesta?