domingo, 17 de noviembre de 2013

Supercompetido contra UN MURO


Jugadas impresionantes, peloteos largos, largos, largos, lucha continua, momentos de gran calidad, tres horas de tenis que nos han sabido a muy poco. Está claro que el partido no terminó, por tanto, ganador, ganador, ninguno. Lo que sí ha habido es mucha bolita en la red, de las luego caen muertas en nuestro campo, mucha caña que, casualidad, les ayuda a ganar el punto y medio millón de bolas cantadas fuera, mientras el ojo del halcón estaba cerrado.
Pero bueno, Teo a partir del segundo set ha estado magnífico. Cuando ya creíamos que teníamos la bola ganada, no sabemos cómo, llegaba y la devolvía. De verdad, mi enhorabuena, estás corriendo en Las Azules como nunca. Creo que ni Lola se creerá lo que hemos visto hoy. Paco Barral con esa seguridad que le caracteriza, su drive gritón, tipo Sharapova y sacando hoy como no lo había hecho desde hace tiempo. Todo lo devuelve, todo, todo. Enrique ha jugado su mejor partido desde hace tiempo. En la red ha estado de lujo y tanto él como yo, hemos metido drives al centro a más de 220 Km/hora, imparables.
En resumen: este partido no ha terminado y a ver si Teo y Paco dejan a sus ángeles de la Guarda en casa, porque ¡vaya tela! la potra que tienen.
El martes que viene individual mío contra José. Y el próximo domingo, doble cerrado: la juventud (Ignacio, José), contra la senectud (Teo y yo) A ver qué pasa...