domingo, 9 de noviembre de 2014

APOTEÓSICA MAÑANA DE PADEL Y TENIS


Tras la lluvia caida esta madrugada en Sevilla, las pistas de tenis estaban bien húmedas esta mañana a las 9:00. Así que optamos por enfrentarnos a Padel la primera hora. El resultado lo dice todo. Teo y un servidor hemos encontrado otro campo donde demostrar lo que es capaz de hacer la madurez (65 y 69 añitos respectivamente), contra la juventud (36 y 50 años al alimón) Nuestra superioridad ha quedado manifiesta en este deporte para niños chicos, sin capacidad para aprender a jugar al tenis. ¡Ojo! Teo y yo ya cogemos hasta los rebotes de la pared del fondo.
A la hora nos pasamos a la pista de tenis, húmeda aún aunque en peores condiciones hemos jugado otras veces. Allí, tras adaptarnos un rato corto a las raquetas de verdad, empatamos un buen partido en el que creo haber hecho unas diez dejadas de fantasía, de esas que botan y salen disparadas a un lado, dejando al contrario con la lengua fuera y una cara de cabreo que asusta. Las bolas, tanto de padel como de tenis, para tirarlas con medio litro de agua cada una encima.
Partido entretenido con algún que otro cabreo momentáneo e inesperado. En resumen: una buena mañana donde se demuestra que los setenta son la flor de la vida.
Para el domingo próximo tenemos dos plazas libres. ¡Ojo al dato!