domingo, 26 de abril de 2015

FERIA DE ABRIL 2015 EN MARIOLA PLAYA

Tres maravillosos días en las Pistas de Mariola Playa. Cuando cuatro amigos se dan cita en un paraje paradisíaco, para enfrentarse noblemente, con una red por medio, y unas normas que evolucionan en cada partido (lo que ayer valía, hoy ya no vale; y lo que vale hoy, no valdrá mañana), el tenis se convierte en un Acto Sagrado que cubre de felicidad a los participantes hasta la punta de las raquetas.
Allí hemos estado, a las 9:00 en punto de la mañana, como mandan los canones, El Gran Fede (cuya mejor cualidad tenística es no haber cambiado de raqueta ni de zapatillas en los últimos 25 años), demostrando una vez más que los dobles no son lo suyo. Como individualista un ex número uno (y el tuvo retuvo), como amigo un Caballero de la Tabla Redonda.
Rafa Hermano, que con diez mil lesiones por banda, no corta el mar sino vuela, un velero raquetil, bajel pirata llamado por su bravura "El Temido", de una punta al otro confín (de la pista claro), indomable, con sus quejas cada minuto por las bolas duras, el ruido del jardinero, la raqueta que cambia cada media hora, el compañero que corre cuando no se le espera y se para cuando menos lo piensas, y las líneas que a veces ve y a vaces no ve, aunque siempre desde la perspectiva de su ojo de halcón marinero, que cada cual entienda su juego...
Eliseo, el mano floja y gatillo cargado, con su nueva raqueta, destroza revés del comtrario, sus galopadas a la red, sus voleas terroríficas, sus rodillas reforzadas de plomo y su ropa de diseño. Un crack auténtico.
Y yo, que lo paso bomba viéndolos y ecuchándolos. Y haciéndoles diez putadas, catorce mil dejadas, treineta y dos mil revés supercortados, y medio millón de drives a 210 km/h. Con un saque renovado tras infiltarme en el hombro derecho por cuestiones de la edad.
Tres días auténticos. Una Gozada.