miércoles, 18 de mayo de 2016

LAS COSAS CLARAS


Por fin se atrevió a desafiarme en individual. Y lo cierto es que ha sido un gran partido. Creo que José nunca ha jugado como esta mañana en simples. Le ha pegado a la bola con mucha rabias y destreza tanto al drive (que es lo suyo), como al revés que lo ha mejorado muchísimo. Además con la edad que tiene llega a las dejadas con cierta facilidad aunque sólo fue efectivo en dos de ellas. Lo que ya no hace es aquello de pegarle al drive de cualquier manera y mandar la bola más allá de los Apeninos. Ahora sabe cuando aflojar y dejartela blandita y corta cuando menos te lo esperas. Y ha conseguido un montón de paralelos sorprendentes.
Su problema es que el que estaba enfrente era yo (que no tengo abuela). En el primer set se puso 4-1 y mentiría si no dijera que tuve que hacer un ejercicio de meditación profunda y tomarme en el cambio un GEL de Plátano tipo Nadal. A partir de ese momento Pocho resurgió de sus cenizas y conseguí ganarle el set pot 6-4. En el segundo lo barrí con mi revés supercortado y alguno drives de escándalo (aunque le pese a mi amigo Fede). Y en el tercero me las prometí felices alcanzando un 4-2, pero antes de darme cuenta me había empatado a cuatro. Y tras largos juego de incluso 10 intercambios, gané el partido. Un ace cada uno.
Sigo diciéndole a "los entendidos" (Teo y Eliseo), que mis nuevas raquetas son un cañón que hoy al fin he empezado a manejar como si fueran mías de toda la vida. Lo cierto es que lanzan la bola con mucha velocidad y al tener un centímetro más de largo que una raqueta normal, permiten que los saques sean más efectivos y rápidos (más palanca)
Tras el partido, hubo reunión de la ATP MariolaSol y se decidió que el encuentro anual Teo/Pocho no se produzca este año hasta que Teo no le haya ganado en individual primero a Rafa Canto y después a José del Valle. Algo así como una reválida de sexto del Plan Antiguo.