Ajustadísimo. Salvo el primer set donde las gafas me jugaron una mala pasada, el resto del encuentro, como refleja el marcado, ha sido bastante igualado, salvo en el tercero en el que Edu y yo nos los hemos comido con papas. Y claro, aplicando la segunda Ley de la Termodinámica de Mariola, el que gana el último..., pues eso.
José estrenaba su nueva y flamante HEAD Djokovic, de grapheno y está claro que uno tarda en hacerse a una raqueta nueva. Pero no obstante, sus drives han sido tan escandalosos como siempre y en el saque ha estado estadísticamente al 50%. Eso sí, ágil de piernas que para eso acaba de cumplir esta semana treinta y pocos años.
Eliseo tan monstruo come galletas como siempre, asustando a mi compi, que lo ve acercarse a la red y empieza a hacer cruces y aspavientos. Y mira que le tengo dicho que Eli es 100% terrícola. A mi hoy me ha dado un buen bolazo en la cadera derecha. Sabe Dios a dónde habría apuntado. Pero sigue fallón con el saque.
Eduardo, magnífico, cada día es más íntimo de la red, y con su raqueta nueva Babolat Pro Drive responde perfectamente desde el fondo. Hoy además ha dado unos revés impresionantes. Sólo tengo que conseguir que evite esa tendencia a subir cuando da golpes flojos y dejarse el lateral al aire. Pero muy bien, compi.
Y yo he tenido un primer set bastante flojo. No veía bien con las nuevas gafas y la raqueta que cogí está un tanto destensada. Hasta este punto hemos llegado ya de finura. Luego cambié de gafas y de raqueta (tensión 27/28) y la cosa se puso en su lugar. Además estoy muy satisfecho con mi nueva forma de sacar, justo donde quiero y con bastante efecto.
Total, el que gana el último (como en la tele), gana el partido. ¿O no..?
El martes más y el viernes y el domingo que viene.
