No estaba en el orden del día. Un fallo en la programación del Club Atlas, ha hecho que tuviéramos que jugar un doble con una pareja muy agradable. Javier (cuñado de Juan Martin) y su hijo (aspirante a Djokovic ya mismo. Doce años) El resultado está ahí, indiscutible.
Javier juega bastante bien. Se ve que entrena constantemente en su tierra de Antequera. Buen juego desde atrás, con un drive potente y seguro. Y con un revés de regular estilo pero suficiente para devolver las bolas. El saque, mejorable. Pero su hijo tiene la elasticidad de los doce años y además un saque peligroso, con mucho efecto, sobre todo a la "te". Un buen drive listado y un buen revés listado también. Y ambos muy potentes siempre a la línea del fondo.
Rafa Canto ha hecho un buen partido, cada día avanza imparable. Todo lo ha mejorado y piernas tiene para regalar. Y yo lo de siempre. Buenas jugadas, mucho intercambio de bolas y pocos errores no forzados por parte de los cuatro.
Sólo que en el cuarto set, al ir a golpear, con mi revés cortado, una bola de Javi, mi gemelo izquierdo me dio un aviso y ahí terminó el encuentro. Una pena, todos teníamos ganas de jugar al menos cinco set.
A ver si el tiempo nos concede una gracia esta Semana Santa. La cosa pinta lluviosa.
