viernes, 1 de marzo de 2013

GRAFITO CONTRA GRAPHENO, 4-0


Dos horas de partido sin parar y la mayoría de los tantos, disputados con tres y cuatro golpes. No tengo más remedio que felicitar a José aunque haya perdido. Ha luchado con fiereza una vez más hasta el límite de su resistencia física. De nuevo me ha sorprendido la velocidad de sus drives. Se tira sobre la bola con toda la valentía de que es capaz y se necesita un Djokovic-Salado para devolvérselos. Y no han sido pocos los que han resultado golpes ganadores. Además el revés, cada día le sale mejor; unas veces flojito hasta conseguir auténticas dejadas junto a la red y otras (recuerdo dos), tipo cuchillo cruzado, inalcanzables. En el saque es donde sigue fallando y con el segundo se queda más vendido que La Pantoja en Marbella, pero, no obstante, ante algún segundo mío ha restado con su drive y sólo he tenido tiempo de verlas pasar. Y ha conseguido restar mi primero como un rayo. Dos aces por barba. El segundo mío tipo Federer, al centro y abriéndose. Aún me relamo...
Dos frases para la minihistoria: de repente me dice: "¡ya sé lo que supone jugar contra Djokovic!" Y al final, tras darle la mano, dice "¿Cinco minutitos más de peloteo?" ¡Tras dos horas corriendo! ¡¡Estos jovencitos!!!
La verdad es que estoy que me salgo.
Un dato para mis incrédulos Mariolos y RCTH, llevo sin parar de jugar desde Junio del año pasado. Julio y Agosto diariamente, y desde Septiembre a hoy, dos o tres veces por semana. ¡Qué tiemblen las campanas de El Portil! Por pura lógica.