Por fin otro individual contra la honestidad de nuestro amigo Juan Martín. El resultado está ahí pero el partido merece más comentarios. Juan empezó muy fuerte en el calentamiento, pegándole con mucha dureza a la bola. Luego vino el partido real y aunque siguió rompiendo la pelota, mis golpes le hacían mucho daño. Mi revés cortado, al botar, se le echaba encima. Y mientras más fuerte le diera él, con más efectos le devolvía yo. Juan no ha estado hoy muy acertado en el primer saque que suele lanzarlo a mucha velocidad. En el segundo es bien fácil restarle un trallazo donde más difícil le es llegar. Tiene que corregir ese segundo, darle algo más de efecto.
Ha combatido mucho, ya que se le nota que entrena para las Marathon de Sevilla. Pero he podido alcanzar todas sus bolas y he desplegado un amplio abanico de pasing, de revés cortados tipo cuchillo y de drives a 200 por hora. También estoy satisfecho de mi saque; muchos primeros, bien colocados y con efecto. Algún que otro tipo psicólogo, ya entendéis. El, no obstante, me ha hecho tres o cuatro aces.
En resumen dos horas y algunos minutos sin parar. No está mal para los que vamos camino de los setenta. Y no tenemos abuela...
