Tres días de Tenis para alguno. El viernes, estrenando peso en la raqueta, Rafa Canto me ganó dos set a uno, en un encuentro donde los dos corrimos como desenfrenados y le pegamos a la bola que daba miedo oir el sonido. Rafa, como siempre, llegando a todo y devolviendo hasta lo indevolvible. A mí me costó adaptarme al nuevo peso.
El sábado en Mariola, con maravillosas visitas de Camilo, Andrés Olaegui y José Manuel Monis, Rafa Canto y el desaparecido Paco Barral nos ganaron tres set a Rafa Hermano, más cojo que nunca, y a mi. Los rivales jugaron a mala idea un 80% de las bolas a mi cojitranco hermano que, como siempre, luchó contra las bolas y contra su rodilla rota, hasta decir basta. Yo terminé cogiendo la raqueta de mi hermano, 330 gr., y un puño 3, para darme cuenta de que necesitaba más peso y más puño. Jugué con ella muy bien. Pero tanto Rafa Canto como Paco Barral metieron todas la bolas dentro y, aunque fue por poco, nos ganaron.
Y hoy domingo, ya en las Azules, hemos echado el partido más bonito. Anoche al llegar a casa volví a aumentarle el peso a mi raqueta y a subirle un punto el puño. ¡Maravilloso! Hoy he jugado a placer. Bonito, bonito, bonito. Teo ha estado de notable alto, digno compañero en su enfrentamiento contra José y sus drives. José le ha pegado cien mil mandobles a las bolas. Eli, como de costumbre, super eficaz con sus golpes de revés y sus efectos. Y yo de diez, palabrita del Niño Jesús. Por fin he dado con el equilibrio perfecto de mis Babolat Pure Strike, aunque esta semana me entregan una nueva con 18/20 cuerdas.
Esta semana, el jueves contra José; el viernes contra Rafa Canto, y el domingo repetiremos el partido de hoy que hemos tenido que interrumpirlo a las once porque nos han quitado la pista dos niñas de dieciseis años.Y luego dicen que a los setenta hay que ser prudentes... Jajaja
