Sigue siendo imposible bajarnos del Olimpo donde mi compi, Teo y yo, llevamos instalados todo el invierno. Hoy los contrincantes han tenido una buena excusa. Paco Barral venía con una bronquitis leve que se le ha ido complicando por culpa de querer toserle a Teo. ¿Cómo se le ocurre toserle al Jefe de Neumología del Hospital Macarena de Sevilla? Vamos,,, es que ni loco. Ahí está el resultado. Les hemos establecido su nivel de incompetencia en el 6-3.
Lo cierto es que no han jugado mal. José ha estado magnífico tanto de drive como de revés. Pero claro le hemos echado el 85% de la bolas y eso cansa a cualquiera. Querer pelotear contra Teo es como jugar al frontón, con un frontón inteligente y con mala lech... Barral hizo un intento de protesta tímida al principio con alguna que otra bola dudosa y, entre eso y su bronquitis, estaba más quemado que esos nuevos cigarrillos electrónicos que sólo echan vapor. Teo ha estado en su línea de ataque con bolas espectaculares a esos rincones oscuros que sólo él conoce por el GPS de su raqueta. Y yo, aunque tan sólo me ha ehcado un 15% de las bolas, he cumplido con ese saque terrorífico que me enseñó hace ya muchos años Federer. ¿O fue Fede?
Por cierto, una aclaración a mis compañeros mártires de La Salle (Melilla) (Carlos Huelin, Rogelio Garcés Galindo, Manolo Hueso, Luis Fernández, Fernando Cabanillas, Coral Garay, Maribel Valdivieso, Pepe Calderón y demás Lasalianos de Pro), que están asombrados de que con mis casi setenta añitos, sea capaz de retar aún a Rafa Nadal o a Djokovic. Lo que ellos no saben es que nosotros, como somos pijos, jugamos siempre acompañados del equipo médico habitual. Teo, Jefe del Servicio de Neumología del Hospital Macarena, José, internista del Hospital de Osuna, Ignacio, digestivo en Huelva, Rafa Cantos médico de urgencias, Eduardo médico de familia en Dos Hermanas, Evaristo médico de familia en la sierra de Huelva, Joaquin Montes rehabilitador del Hospital de Valme, José Manuel Ramos médico en la Administración de la Consejería de Salud de la Junta, Juan Martín digestivo de Osuna y algún que otro Psiquiatra de los cuyos nombres no quiero acordarme. O sea, como conclusión, ni las mejores figuras del tenis mundial tienen un equipo medianamente comparable.
