domingo, 9 de marzo de 2014

PARTIDO BONITO BONITO CON CLAROS GANADORES...CLARO



Cuatro días seguidos jugando. ¿Hay quién de más? Ayer sábado mi hermano Rafa y yo estuvimos tres horas en las Pistas de Mariola machacándonos a placer. Doy fe de que, pese a sus terribles achaques, sigue siendo un corazón con patas, que se esfuerza al máximo y llega a todo. Pudimos saludar a Monís y a Javier que siguen jugando su único y mismo partido de hace ya veinte años. Luego nos visitó José Manuel Ramos, que quiere volver al circuito poco a poco, tras operarse una rodilla y mimar a la otra. Ha puesto unos quilitos y le vendría bien no abandonar definitivamente este "vicio" del tenis. También vino a vernos Andrés Olaegui y su mujer. Magníficos los dos. Están hechos unos empedernidos viajeros. Y al final nos fuimos a Punta Umbría a comernos nuestro ya clásico choco al tramallo y siete quilos de boquerones fritos. Lamentablemente tuvimos que regresar a Sevilla a nuestras labores de abueletes y, por la noche, Rafa nos mandó una foto desde el Hospital Juan Ramón Jiménez, donde le estaban tratando un cólico nefrítico que acababa de darle. Hoy ya está mejor y me dice que tiene una piedra muy grande que no se le mueve. ¡Joder, pues si con lo que se movió ayer en la pista, la piedrecita no se mueve, lo tiene crudo!
Y esta mañana hemos disputado el ya clásico doble de los Jovencitos José e Ignacio contra los "mayorcitos" de sus respectivos suegros. Y resultado lógico. Nos ganaron el primer set en un teabreack. Pero a partir de ese momento, las fuerzas de Matusalem se pusieron en marcha y acabamos victoriosos en dos set más. Uno por 6-2, y el otro por 5-2 hasta que nos echaron de las pistas.
Ambos José e Ignacio han jugado bien, demasiado pesados devolviendo bolas. Pero claro mi compi de lujo, cuando saca el genio, es imbatible y yo, cuando mi Killer Raqueta me grita desde el puño, destrozo al que tenga delante. Eso sí, hoy nos han hecho correr los cien mil metros lisos. Pero aún hay fuelle. Creo que los dejaremos ganarnos cuando ellos cumplan los cuarenta años y nosotros los ochenta. ¡Tampoco queda tanto!
Y el jueves que viene de nuevo un infividual con el Marathoniano Juan Martin. Voy a tener que grabar mi carnet de identidad en la raquetera para yo mismo creerme lo que estoy haciendo. Que por cierto se lo dedico a mis compañeros del Colegio El Carmen, de la Salle (Carlos Huelin, Rogelio Garcés, Manolo Hueso, etc), en Melilla, donde en un viejo patio de recreo me ayudaron a poner las bases de este cuerpo serrano. Me voy a ver con ellos el 5 de Abril, en Málaga, tras más de cincuenta años desde la última vez, en las calendas del Preu.