Hoy es de esos días que no me apetece nada hacer la crónica... Teo y yo nos hemos enfrentado con La Muralla China. ¡Vaya dos muros de hormigón con raqueta en mano! Creo que para ellos ha sido un partido bonito; para nosotros no tanto. Nos han metido 6-1, 6-0, 6-1, y no me acuerdo del cuarto, porque cuando empezábamos a remontar y jugar bien, al intentar pegar una drive invertido, el gemelo derecho me paró en seco y un tirón me dijo: "hasta qui has llegado". Total partido NULO POR ABANDONO estilo Nichikori y aún nos quedaba casi una hora para remontarlo.
Eduardo ha jugado a su nivel, implacable en la red y devolviéndolo todo en el fondo. Antonio ha sido la figura del encuentro, magnífico y hasta sacando bastante bien pese a su clásicas dobles faltas. Teo, con el coco bastante comido ante Eduardo, hizo lo que pudo (por supuesto quitándome una docena de pelotas mías, como siempre), y yo he corrido más que nunca. Lo cierto es que ha habido puntos muy bonitos de mucho ataque por parte de los cuatro, pero nada, como decía mi compi: "bien, pero el resultado el mismo una y otra vez".
Tras mi lesión, en la hora que quedaba, ellos han echado un "americano" (Teo y Antonio contra Eduardo), y creo que le han metido un doble 6-1. Yo mientras he ejercido de fotógrafo y ahí se puede ver el resultado. Todos guapos.
El sábado que viene estaré en Málaga almorzando con 120 compañeros/as de cuando creíamos que pegarle un bocado al universo era fácil. Y es que los de Melilla estamos hechos de una pasta especial. Creo...
