Hoy hemos dedicado hora y media a puro entrenamiento. Rafael quería practicar el drive y no podrá quejarse. Le he tirado cien mil bolas a ese lado consiguiendo que las golpee casi todas con fuerza, colocándose a tiempo para ello y ejecutando el golpe de abajo arriba, como mandan los cánones.
Claro que como yo llegaba rabioso después del desastre del domingo, hemos echado un pequeño encuentro en el que le he ganado, benevolentemente, por 6-2, 6-0. Así me he quitado la rabia contenida. Pero repito, lo importante ha sido el entrenamiento feroz hasta conseguir que golpee como es debido. Mañana estamos emplazados para un partido serio de dos horas. Y en él espero una buena respuesta de Rafa. Claro que como sigan entrenándome de esta forma, me voy a salir del listón.
Ahí tenéis los de Mariola, Miguel Ángel Sol, el vetusto RCTH, Tenis Betis y otros aledaños, unas fotos del lugar donde luchamos, para que veáis algo digno donde os seguimos esperando raqueta en mano. Mañana más. Edu: no te cabrees conmigo...
