miércoles, 11 de junio de 2014

MADRE MÍA, QUÉ CALOR!


O estamos los dos locos o nos gusta demasiado el tenis. A las 11:00 en la pista. 39 grados. Lo intentamos pero, cuando llevávamos a penas unos juegos, los dos estábamos medio deshidratados a pesar de beber limpiacristales yo y agua Rafa, en cada intercambio. Decidimos dejarlo cuando dos jóvenes ingles de Londres, se pusieron a tiro para un doble. Creo que tanto Rafa Canto como yo pensamos lo mismo: ¿lo intentamos? ¿Adelantamos Wimbledon? Uno de ellos medía dos metros y ambos chapurreaban el castellano. Bien educados los dos. Y allá que nos pusimos. Los chavales, entre 25 y 30 años, no le pegaban mal del todo pero sucumbieron a las Fuerzas Nacionales por un 6-2. Rafa en la red estuvo fantástico y yo recuerdo haber hecho una dejada pasmosa y un ace a la te digno de Nadal. Luego ellos se fueron y nosotros nos animamos a pelotear diez minutos. ¡Calor, calor, calor!
Hemos quedado para el sábado en la playa, Mariola Beach, donde han prometido acudir Eli, el Gran Fede, mi Hermano Rafa, Edu, Paco Barral, Rafa Canto y éste cronista al menos. De Teo no sabemos nada. Con un poco de suerte echamos el individual Rafa Canto y yo allí, con la brisa de nuestro mar en las espaldas, en medio del Paraiso.