Tras el descalabro de ayer frente a Rafa Canto, hoy he vuelto a sentir mi raqueta en la mano, su toque mágico, y el espacio en la pista que corresponde a un individual. Juan Martín, médico de digestivo en el Hospital de Osuna, debe tener unos veinte ocho años menos que yo, corre las Marathon de Sevilla y es, en la pista, un pedazo de fibra con dos piernas y un cerebro. O sea correr lo que se dice correr, corre más que mi Hermano Rafa y Rafa Canto juntos. Además hoy ha sacado a más de doscientos por hora y ha ajustado mejor que nunca el segundo saque. Lo que ocurre es que me ha pillado rabioso y esos saques como yo los reste bien con mi revés, salen también a doscientos pero con el diablo del cortado dentro. Me ha gustado que ha sido capaz de pasar más bolas que de costumbre. Pero me ha pillado rabioso. Además me ha hecho cuatro o cinco aces. Pero ha pillado rabioso. Y yo le he hecho uno, modelo saque del Psicólogo (ya sabéis esos que joden un montón y se queda el rival con cara de lelo no creyéndoselo; imagen de Teo cuando se los hago). En fin, un buen partido que me ha costado ganar por la fuerza del contrario a pesar del que resultado pueda engañar un poco. Y de todas formas me ha ganado, por primera vez en nuestros encuentros, un set. Lo cual figurará en su historial como un hito.
Este fin de semana a Mariola. El lunes la revancha contra Rafa Canto. El jueves 19 de nuevo con Juan. Y ya mismo en El Paraiso organizando in situ el 24 Opende Tenis.
